sábado

qué éramos

Qué éramos en la pared de nuestra casa,
pero ya nada,
la pintura seca de un cuadro viejo.
Y qué pena el viaje que no hicimos,
ayer todavía soñábamos con nosotros,
ayer todavía como si fuera hoy,
ayer como si el tiempo
estuviera a nuestro lado,
ayer como si nada.

Qué éramos en esa fuente de verdes,
un tallo muerto,
una flor que no tuvo semilla.
Sin embargo ahora,
ahora como si la verdad fuera otra,
la nota corregida que nunca se tocó,
el silencio que faltaba,
un ataque consumado sin jinete.

Nada de verdad,
pero sentíamos que nos faltaba la piel
y nos besábamos el hueso,
y buscábamos en el relámpago del ojo
como si fuera otro mundo,
pero no éramos nada,
la palabra que se quedó en la boca del profeta.

Deseábamos ser es verdad,
pero qué éramos en ese torso de bronce,
la parte que caía,
el derrumbe,
el calor dándole forma,
pero nosotros,
que pensábamos en ese momento
que veíamos de frente
y se ha mudado atrás.

Nada somos
ahora que hemos muerto amor mi amor,
ni la tierra sabe lo que quisimos ser.

No hay comentarios: