domingo

no decir no

amaneciste al mundo en pies de seda
al canto de la aves donaste tus acordes
y sin saber siquiera que el sol a tus amores
daría los frutos que tu alma quiera

dulce ignorante fuente de las flores
que al mar pudiste hacer de piedra
por un momento hacer de agua el monte
y vestir la rosa con tu llanto en piel de hiedra

cuídate de no decirte no a ti mismo
también al levantar la tarde una mañana
al no decirle si a la flor y al nido
y al  despreciar también el sol y el agua

y así al ver tus oscuros ojos cristalinos
la lágrima y el canto mañana en el pasado
veo también en cada cosa, en cada estado

la raíz profunda de aquello que no ha sido

No hay comentarios: